jueves, 28 de abril de 2011

Cultura

La cultura de Haití muestra trazos de mestizaje entre las tradiciones europeas (francesas y españolas) y africanas, debido a la trata de esclavos de la que procede la mayoría de la población. Quedan algunas trazas procedentes de la cultura de los taínos, primeros habitantes de la isla.
Los idiomas oficiales de Haití son el francés y el creole. La educación es gratuita y obligatoria para niños de 6 hasta 12 años, sin embargo al país le faltan instalaciones adecuadas y hay muchos infantes que no acuden a la escuela.
Los católicos constituyen el 80% de la población haitiana. También hay un grupo de protestantes, que forman la minoría religiosa más importante del país. Otras minorías las forman los animistas. Los practicantes del vudú están en un porcentaje de las religiones anteriormente nombradas. También hay algunos fieles al vudú que la tienen como única creencia.El folklore conserva influencias mixtas. El estilo más característico es el Kompa.
También el merengue, compartido con la vecina República Dominicana es popular en Haití.

 

economia

La Economía de Haití es la más pobre de América y el Hemisferio Norte, es decir, Haití es país con menor PIB per cápita y uno de los más desiguales del mundo. Su renta per cápita es alrededor de una décima parte la de sus vecinos de la región del Caribe.


informacion general y datos demograficos

Aunque Haití promedia cerca de 270 personas por kilómetro cuadrado, su población está concentrada más fuertemente en las zonas urbanas, planicies costeras y valles. Cerca del 95% de los haitianos son de ascendencia africana. El resto de la población es mayormente mulata, o de ascendencia caucásico-africana. Unos pocos son de herencia europea o levantina. Alrededor de dos tercios de la población vive en zonas rurales.
El francés es uno de los dos idiomas oficiales, pero es hablado por sólo el 10% de la población. Casi todos los haitianos hablan Krèyol (Criollo), el otro idioma oficial del país. El inglés es hablado entre los jóvenes y en el sector comercial. El español es hablado principalmente en las zonas limítrofes a la República Dominicana.
El catolicismo romano es la religión estatal, la cual es profesada por la mayoría. Algunos se han convertido al protestantismo. Muchos haitianos practican también las tradiciones vudú, sin ningún conflicto con su fe cristiana.
Aunque la educación pública es gratuita, escuelas privadas y parroquiales proveen cerca del 75% de los programas educativos y menos del 65% de los elegibles para la educación primaria están inscritos en ella. A nivel secundario, esta cifra cae al 15%. Sólo un 63% de los inscritos terminará la educación primaria. Aunque los haitianos valoran la educación, muy pocos pueden cubrir los costos de enviar a sus hijos a escuelas secundarias. Las remesas enviadas por haitianos viviendo en el extranjero son de vital importancia a la hora de pagar los costos educativos.
Emigración a gran escala, principalmente a los Estados Unidos, pero también a Canadá, la República Dominicana, las Bahamas y otras regiones del Caribe. Aproximadamente uno de cada seis haitianos vive fuera de Haití.

martes, 26 de abril de 2011

ubicacion mapa

El Imperio de Haití fue una monarquía electiva en las Antillas. Haití había sido parte de la colonia francesa de Saint-Domingue, pero el 1 de enero de 1804 se declaró la Independencia. El Gobernador General de Haití, Jean-Jacques Dessalines, estableció el Imperio el 22 de septiembre de 1804 cuando se proclamó a sí mismo Emperador Jacques I. El 6 de octubre el nuevo emperador celebró una 'ceremonia de coronación'. La Constitución del 20 de mayo de 1805 se establece la forma en que el Imperio organiza al país, dividiéndolo en seis unidades militares con cada uno de los generales de división para un contacto directo con el Emperador o el general en jefe que sería nombrado por el Emperador. En la Constitución también se establecía la forma de sucesión al trono, dictaminaba que la Corona "es electiva, pues el Emperador reinante tiene la facultad de designar a su sucesor". La Constitución también prohíbía a la población blanca de poseer bienes en el Imperio.
El Emperador Jacques I es traicionado y asesinado el 17 de octubre de 1806 por dos miembros de su administración: Alexandre Pétion y Henri Christophe, quienes al asumir el poder provocan una escisión en el país con Pétion liderando el sur de República de Haití y Christophe liderando el norte del país con el Estado de Haití, luego convertido en el Reino de Haití.
Muchos años más tarde, el 26 de agosto de 1849, el Presidente Faustin Soulouque volvió a establecer un Imperio en Haití, que duraría hasta el 15 de enero de 1859.

Breve Historia

Haití, oficialmente República de Haití (francés République d'Haïti, creole haitiano Repiblik d’Ayiti), es un país de las Antillas, situado en la parte occidental de la isla La Española y que limita al norte con el océano Atlántico, al sur y oeste con el mar Caribe o de las Antillas, y al este con la República Dominicana. Su territorio comprende igualmente la isla de la Gonâve, la isla de la Tortuga, el archipiélago de las islas Cayemites y la isla de Vaches así como otros diversos islotes de sus aguas territoriales. La inhabitada isla de La Navasse (en español isla Navaza) es reclamada por Haití ante la administración de los Estados Unidos. La superficie total de Haití se extiende en 27.750 km², albergando una población de 10.033.000 habitantes (2009).[3] Su capital y ciudad principal es Puerto Príncipe, destruida por un terremoto el 12 de enero de 2010.
Haití está constituido en forma de república semipresidencialista según la Constitución aprobada en 1987, pero cuya vigencia quedó suspendida desde entonces en varias ocasiones por la violencia política, particularmente tras dos golpes de estado, organizados los dos para deponer al presidente democráticamente electo Jean-Bertrand Aristide, primero el golpe de Estado de 1991, luego el golpe de Estado de 2004 que forzó la intervención de Naciones Unidas mediante el destacamento de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Tras un proceso electoral tutelado por la comunidad internacional en 2006, el Jefe del Estado, elegido por sufragio universal, es René Préval que designó en 2009 a Jean-Max Bellerive como primer ministro.
La economía de Haití generó en 2009 un PIB nominal de 6.908 millones de dólares y una renta per cápita de 772 dólares,[4] siendo la más pobre de todo el continente americano y una de las más desfavorecidas del mundo. Según The World Factbook, el 80% de su población vive bajo el umbral de pobreza y dos tercios de ella es dependiente de un sector de la agricultura y pesca,[5] tradicionalmente organizado en pequeñas explotaciones de subsistencia, fragilizadas por la carencia y empobrecimiento del suelo disponible, y de la ayuda exterior. La sobreexplotación y la erosión del terreno son consecuencia de una intensiva y descontrolada deforestación que ha llevado la superficie arbolada de Haití del 60% en 1923 a menos del 2% en 2006.[6] Las devastadoras tormentas tropicales que se sucedieron a lo largo de 2008, afectaron a las escasas infraestructuras de comunicaciones que, a imagen de los sectores industriales y de servicios, sufren de la carencia de inversiones sostenidas por culpa de la inestabilidad y la violencia. El sector industrial más importante es el textil, que representa más del 75% del volumen de exportaciones y 90% del PIB pero que es fuertemente dependiente de la demanda y ayudas arancelarias exteriores, particularmente la de los Estados Unidos.[5] Haití está incluido en el programa del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para los Países en vías de desarrollo altamente endeudados (Highly-Indebted Poor Country, HIPC).[7]
Haití proclamó su independencia el 1 de enero de 1804, siendo el segundo país del continente americano,[8] y primero de América Latina en acceder a ella tras un singular proceso revolucionario de carácter abolicionista iniciado en 1791 que desembocó en una prolongada lucha armada contra Francia, la potencia colonizadora desde finales del siglo XVII. Este proceso convirtió a Haití, cuya base étnica poblacional tiene en un 95% su origen en habitantes del África subsahariana, en escenario del primer caso en la Historia Universal por el que la rebelión de la población sometida al sistema de esclavitud condujo a su emancipación y a la abolición de esta forma de explotación de forma autónoma y perdurable en el tiempo, sentando un precedente definitivo para la supresión del comercio transatlántico de personas. Este episodio es específicamente recordado por las Naciones Unidas mediante la Resolución 29/C40 para la constitución del Día internacional del recuerdo de la trata negra y de su abolición celebrado cada 23 de agosto,[9] y la institución de la medalla Toussaint Louverture, en homenaje a uno de los líderes de la revolución haitiana.