Haití, oficialmente
República de Haití (
francés République d'Haïti,
creole haitiano Repiblik d’Ayiti), es un país de
las Antillas, situado en la parte occidental de la isla
La Española y que limita al norte con el
océano Atlántico, al sur y oeste con el
mar Caribe o de las Antillas, y al este con la
República Dominicana. Su territorio comprende igualmente la
isla de la Gonâve, la
isla de la Tortuga, el archipiélago de las
islas Cayemites y la
isla de Vaches así como otros diversos islotes de sus aguas territoriales. La inhabitada isla de La Navasse (en español
isla Navaza) es reclamada por Haití ante la administración de los
Estados Unidos. La superficie total de Haití se extiende en 27.750
km², albergando una población de 10.033.000 habitantes (
2009).
[3] Su capital y ciudad principal es
Puerto Príncipe.
Haití está constituido en forma de
república semipresidencialista según la Constitución aprobada en
1987, pero cuya vigencia quedó suspendida desde entonces en varias ocasiones por la violencia política, particularmente tras dos golpes de estado, organizados los dos para deponer al presidente democráticamente electo
Jean-Bertrand Aristide, primero el
golpe de Estado de 1991, luego el
golpe de Estado de 2004 que forzó la intervención de
Naciones Unidas mediante el destacamento de la
Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Tras un proceso electoral tutelado por la
comunidad internacional en
2006, el
Jefe del Estado, elegido por sufragio universal, es
René Préval que designó en
2009 a
Jean-Max Bellerive como
primer ministro.
La economía de Haití generó en
2009 un
PIB nominal de 6.908 millones de dólares y una renta per cápita de 772 dólares,
[4] siendo la más pobre de todo el continente americano y una de las más desfavorecidas del mundo. Según
The World Factbook, el 80% de su población vive bajo el umbral de pobreza y dos tercios de ella es dependiente de un sector de la agricultura y pesca,
[5] tradicionalmente organizado en pequeñas explotaciones de subsistencia, fragilizadas por la carencia y empobrecimiento del suelo disponible, y de la ayuda exterior. La sobreexplotación y la erosión del terreno son consecuencia de una intensiva y descontrolada
deforestación que ha llevado la superficie arbolada de Haití del 60% en
1923 a menos del 2% en
2006.
[6] Las devastadoras tormentas tropicales que se sucedieron a lo largo de
2008, afectaron a las escasas infraestructuras de comunicaciones que, a imagen de los sectores industriales y de servicios, sufren de la carencia de inversiones sostenidas por culpa de la inestabilidad y la violencia. El sector industrial más importante es el textil, que representa más del 75% del volumen de exportaciones y 90% del PIB pero que es fuertemente dependiente de la demanda y ayudas arancelarias exteriores, particularmente la de los
Estados Unidos.
[5] Haití está incluido en el programa del
Fondo Monetario Internacional y del
Banco Mundial para los
Países en vías de desarrollo altamente endeudados (Highly-Indebted Poor Country, HIPC).
[7]
Haití proclamó su independencia el
1 de enero de
1804, siendo el segundo país del continente americano,
[8] y primero de
América Latina en acceder a ella tras un singular
proceso revolucionario de carácter
abolicionista iniciado en
1791 que desembocó en una prolongada lucha armada contra
Francia, la potencia
colonizadora desde finales del
siglo XVII. Este proceso convirtió a Haití, cuya base étnica poblacional tiene en un 95% su origen en habitantes del
África subsahariana, en escenario del primer caso en la
Historia Universal por el que la rebelión de la población
sometida al sistema de esclavitud condujo a su emancipación y a la abolición de esta forma de explotación de forma autónoma y perdurable en el tiempo, sentando un precedente definitivo para la supresión del comercio transatlántico de personas. Este episodio es específicamente recordado por las
Naciones Unidas mediante la Resolución 29/C40 para la constitución del
Día internacional del recuerdo de la trata negra y de su abolición celebrado cada
23 de agosto,
[9] y la institución de la medalla
Toussaint Louverture, en homenaje a uno de los líderes de la revolución haitiana.